La búsqueda de la verdad es un
horizonte importante para todo artista marcial. Cada cual
con su estilo elegido, busca respuestas mientras adquiere
habilidades corporales y mentales en el combate y la autodefensa.
Algunos lo hacen desde las artes tradicionales, otros por
vía de deportes de combate o sistemas contemporáneos
de lucha. Siguiendo el pensamiento científico contemporáneo,
estamos mas cercanos a la verdad cuando la buscamos desde
diferentes ángulos del saber: la interdisciplina es siempre
mejor garante de la verdad que una visión monista de un
sistema particular.
En Psicoanálisis, por ejemplo, la teoría ha logrado su
evolución actual al ser revisada desde adentro, pero también
desde afuera por la filosofía, la lingüística estructural, la
lógica, las matemáticas, la topología, la antropología y las
ciencias sociales, la medicina y un largo etc. Y esta teoría
dista mucho de estar acabada y completa.
Si sucede así en la ciencia del conflicto intra psíquico,
puede ser de otro modo en el campo de la lucha humana ?
El pasaje de arte a "ciencia marcial" requiere de
sistemas conceptuales comunes, que no surjan de una filosofía
ideal, si de la investigación y de la prueba empírica,
obtenida a través de procedimientos cercanos a la experiencia
real.
Para ello no es necesario matarnos entre todos. Ciertos cuidados
y límites pueden acercarnos bastante a la realidad del combate,
a lo que funciona y lo que no, aunque sepamos que la realidad
total" es imposible.
En el pasado, la falta de intercambio, el recelo de los maestros
con sus conocimientos, las dificultades, idiomáticas, las
distancias espaciales, etc, hicieron imposible la
experimentación cruzada. Tal vez por ello muchas técnicas se
preservaron sin alteraciones durante cientos de años, creyéndose
superiores a las de otros sin contrastarlo en la lucha directa.
Hoy, además de la posibilidad de entrenar cruzado con otros
artistas marciales, luchadores y estilistas, poseemos avances en
el entrenamiento físico, nutrición, medicina deportiva y
preparación psicológica, no disponibles en el pasado.
Yo vengo del Wing Chung (Wing Chun / Ving Tsun / Wing Tsun),
un sistema basado fuertemente en principios científicos
(teoría de la línea central, economía de movimiento,
eficiencia muscular, ejercicios cíclicos de sensibilidad y
fuerza constante en brazos y piernas, etc.), pero creo que un
arte marcial se convierte en ciencia solo si acepta sus
límites, define su campo particular, sus métodos y conceptos
centrales, y se asume incompleto, abriéndose a cambiar o
refutar sus técnicas y conceptos, cuando aparece otro mejor que
lo remplace.
Este año pude encontrarme con profesores y maestros de otras
disciplinas para "vaciar mi taza", y aprender
de ellos muchas cosas que no sabía, llegando a tener que
descartar o revisar teorías y métodos de entrenamiento, cuando
tomé contacto con vivencias nuevas que pusieron en jaque mis
habilidades y conocimientos.
Para citar solo algunos ejemplos, mi respeto por el Karate
es otro después de ver en acción al profesor Justo Gómez,
que sigue una línea tradicional, pero que también ha entrenado
científicamente con el profesor Horacio Anselmi.
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La elongación
nunca más será la misma luego de la experiencia con el
Equipo del Centro Valentinov. La práctica de Meditación
SDS, aún en una versión no tradicional, ha sido
enormemente influenciada después de vivenciar el Zen del
maestro Seizan Feijoo de la línea Rinzai.
Hace pocos días atrás, tuve la vivencia directa de luchar
cuerpo a cuerpo y en el suelo, en el seminario del maestro Joao
Ricardo, generosidad mediante del profesor Rolando
Carrizo Ortiz, su instructor Guillermo Tabarez, y la Academia
Budokan. Las intensas jornadas me abrieron una dimensión nueva
sobre lo que pensaba de la lucha en el piso, y me obligaron a
replantearme el comportamiento del Espacio Central en
posiciones y distancias que desafían la imaginación más
suelta de los antiguos maestros.

No basta con decir "yo haría tal técnica o tal golpe de
mi estilo y listo". Hay que probarlo, estar ahí, poner el
cuerpo y ver lo que pasa en vivo y en directo, cuando no hay
colaboración ni facilitación del otro lado.
La verdad siempre viene con dolor. Es una experiencia que
he corroborado innumerables veces, tanto en artes marciales,
como en psicoanálisis.
Se trata de un dolor que siente el yo por perder una ilusión
que ya no es posible seguir sosteniendo. Es un dolor que no es
masoquismo, sino un dolor de crecimiento. Es un momento de
crisis, de replanteo y reacomodamiento subjetivo. Es la única
antesala que conozco al cambio y al crecimiento duradero.
Esta experiencia de rozar la verdad, de morder lo real, motivó
en SDS la revisión del Wing Chung tradicional y
la Defensa Personal, a la luz de los nuevos
paradigmas emergentes.
La creación del CECC (Centro de Estudios del Campo Central),
es también efecto de ello, ya que es un espacio
interdisciplinario para que artistas marciales,
científicos y deportistas puedan cruzar
entrenamientos e información para ampliar sus conocimientos a
partir de definir conceptos comunes, que nos acerquen hacia un
estatuto de Científicos Marciales, y aumenten la cultura
general de nuestra comunidad respecto a las otras artes
marciales.
Forjar una Teoría Científica en artes marciales
es parte de un futuro posible con la colaboración de todos los
que buscan la verdad, y están dispuestos a tolerar ese dolor de
crecimiento, cada uno desde su campo, teniendo en cuenta siempre
que el factor humano es tanto o más importante que cualquier
estilo, y que los métodos científicos objetivos deben siempre
poder dar lugar a la singularidad psicofísica de cada
practicante particular.
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